miércoles, 20 de febrero de 2008

En Picado (de Nick Hornby) - Fragmento




MARTIN

Me he pasado el último par de meses mirando casos de sui­cidios en Internet, por mera curiosidad. Y, casi todas las veces, el coroner dice lo mismo: «Se quitó la vida cuando atravesaba un estado de trastorno mental.» Y acto seguido lees la historia del pobre diablo: su mujer se acostaba con su mejor amigo (de él), había perdido el trabajo, su hija había muerto unos meses antes en un accidente de tráfico... ¿Hola, señor coroner? ¿Hay alguien en casa? Lo siento, pero en el caso que nos ocupa no hay trastorno mental alguno, amigo mío. Diría que hizo lo que debía. Una cosa mala tras otra cosa mala tras otra cosa mala hasta que no puedes aguantar más y compras un trozo largo de tubo de goma y te subes a un aparcamiento público de varias plantas en el coche familiar de cinco puertas... ¿No es una de­cisión razonablemente correcta? Entonces el coroner debería decir en su informe: «Se quitó la vida tras una seria y cuidadosa contemplación del puto bodrio en que ésta se había convertido.
Jamás he leído ningún artículo periodístico que me convenciera de que el difunto hubiera estado mal de la cabeza. Ya saben: “El delantero del Manchester United, prometido de la actual Miss Suecia, ha recibido recientemente un único doblete: es el único hombre de la historia que, en el mismo año, ha ganado la Copa de la FA británica y un Oscar al mejor actor. El director Steven Spielberg acaba de adquirir —por una suma que no ha trascendido- los derechos de adaptación al cine de su primer novela. Y uno de sus empleados lo ha hallado colgado de una viga en sus caballerizas.” Bien, jamás he leído un informe de este tenor de ningún coroner, pero si aun así se dieran casos en los que alguna persona de talento, de éxito, se quitara la vida, podríamos certeramente concluir que el trastorno de marras no andaba muy alejado de su cabeza. Y no estoy queriendo decir que estar prometido a Miss Suecia, ni jugar en el Manchester United y ganar un Oscar lo vacune a uno contra la depresión (estoy seguro de que no). Lo que quiero decir es que tales cosas ayudan. Miren las estadísticas. Es mucho más probable que te quites de en medio si acabas de pasar por un divorcio. O si eres anoréxico. O sí estás parado. O si eres prostituta, O sí has pelea­do en una guerra, o si te han violado, o si has perdido a alguien. Hay montones y montones de factores que empujan a la gente a dar tal paso; y ninguno de ellos es capaz de hacer que sientas de otro modo más que jodidarnente desdichado.


1. Coroner: funcionario judicial que investiga las muertes que no se de­ben claramente a causas naturales. (N. del T.)
No sé si el fragmento es el mejor o el más figurativo del libro pero sirve para darse una idea de la forma de escribir y el humor del autor. A mi me gusto mucho el libro(Aunque la traducción era española y no me termina de convencer) y realmente se lo recomiendo a todos aquellos que tengan la posiblidad de leerlo.
Saludos
Pd: Mas info del libro acá:

3 comentarios:

Pancho Rodríguez dijo...

El libro de Hornby que me gustó es "Fiebre en las gradas", ese fragmento de "no hay algo que haya deseado con igual intensidad desde chico como de grande", referiendose a ver a su club de fútbol campeón de la premier league, creo que se materializo los días de Diciembre del 2001 con Racing a punto de romper el maleficio, o mi club, Talleres, saliendo campeón de la conmebol. Después retome "20 canciónes", un corolario de "alta fidelidad".

Estrella dijo...

Leí primero Alta Fidelidad, seguí con Erase una vez un chico, 20 canciones, Como ser buenos y En picado. Cierto, la traducción tan española le quita vuelo a la prosa, pero así y todo, se leen con con mucho placer.
Como ser buenos: realmente dvertido.

Conjuro dijo...

La verdad es que no leí nada de lo que mencionan (alguna vez lo haré), pero hablando de traducciones españolas una jodidamente guarra es la de Trainspotting, joder, la fuerza que hay que hacer para leerla.
Pancho, todo bien con Talleres (el club de mi viejo), pero el rival de esa final era una mentira. Digo, si es que se me permite cagarle la onda.